La inesperada relación amorosa de Ghada Amer (1963, Cairo, Egipto) con la cerámica comenzó en 2014 en la Greenwich House Pottery —un centro de cerámica sin fines de lucro en Nueva York— y se consolidó en un viaje a México, en especial a Cerámica Suro, en febrero del año 2018. En principio una pintora, a Amer le pareció frustrante la imprevisibilidad del esmaltado, que muchas veces generaba quiebres insospechados durante la cocción de piezas más grandes. No obstante, de cada accidente nacía una nueva oportunidad de exploración artística. Su serie Thoughts [Pensamientos] surgió de una de estas situaciones fortuitas. Mientras se concentraba en moldear platos grandes con su mano dominante, el excedente de barro que se acumulaba en su mano izquierda despertó su imaginación. En lugar de tirar esos restos, Ghada los veía como experimentos visuales surrealistas y no-figurativos, lo cual marcó su incursión en lo que ella llama “escultura gestual”. 

A pesar de su aproximación neófita a la cerámica, la formación de pintura de Amer les impregnaba a sus platos de cerámica una cualidad de mural, destinados a exponerse en pared como lienzos. Alejada de las esculturas antiguas sin color, ella selecciona de manera meticulosa colores vibrantes, reviviendo la tradición del arte ricamente decorado. El sentido lúdico de la cerámica también benefició la práctica de Amer, pues la libertad de este nuevo medio le permitió pintar sin muchas de las restricciones que había aprendido en su formación de escuela de arte. 

Un encuentro fortuito con la artista iraní-norteamericana Reza Farkhondeh (1963, Irán) también formó la carrera artística de Amer; su relación floreció en una colaboración fructífera a partir de una inesperada intervención por parte de Farkhondeh en un lienzo de Amer. Esta acción audaz catalizó años de intercambio creativo y colaboraciones en distintos medios, incluyendo pintura, estampa, dibujo, video y performance. Los trabajos tempranos de Reza Farkhondeh consideran nociones de originalidad y reproducción masiva en un mundo cada vez más globalizado. Al cuestionar el cambio en las esferas social, medioambiental y política, Farkhondeh comenzó a explorar el sujeto de ‘Broken Landscapes’ [Paisajes rotos] en 2001, creando una gran variedad de panoramas interconectados —tanto tangibles como psicológicos— que encarnan el vacío, la segregación, la desolación y la belleza profunda. 

El diálogo material que se encuentra dentro de Auspicious Accidents nos invita a presenciar la alianza intrínseca de la curiosidad y el placer que conducen al descubrimiento. En este conjunto de incidentes espontáneos y esfuerzos colaborativos, Ghada Amer continúa desafiando los límites artísticos, forjando un camino de innovación y creatividad en la cerámica y más allá de ella.