La obra reciente de Eduardo Sarabia evoca la opacidad causada por el eclipse total de sol que recientemente fue visible en su totalidad en Mazatlán, Sinaloa. Lejos de percibirlo como una negrura, el artista se interesa en esa luz tenue en la que las siluetas y otras texturas cobran vida a pesar del brillo y el deslumbramiento solar.

Como un tipo de umbral, su trabajo nos invita a adentrarnos en un espacio en el que podemos imaginar otra dimensión, dedicada a la ensoñación y a los astros. After Darkness, del 2024, retoma este aspecto que se ha hecho patente en su obra desde la década de los 2000. La escultura recuerda a una fuente como construcción de la abundancia y el deseo, que de la misma manera que el agua, nos ofrece vida. Es un homenaje a todo aquello que puede inspirarnos, de donde obtener conocimiento y voluntad para seguir adelante.